BACARDÍ: EL MURCIÉLAGO IMPARABLE

Pocos logos en esta industria son tan conocidos como el murciélago de Bacardí. Desde hace más de un siglo y medio, este animal con las alas extendidas ha representado la determinación y la persistencia de una familia, en este mercado cambiante, impredecible y tan competitivo.

Hoy, en Spirits International, nos adentramos en la historia para conocer la trayectoria de una de las marcas de ron más vendida del mundo y de su inseparable murciélago. Bacardí, la historia.

DE BARCELONA A CUBA

Todo comienza en Sitges, Barcelona. Corría el año 1814, cuando nacía en dicha ciudad de la costa catalana, Facundo Bacardí Massó, hijo de un comerciante de vinos de Tarragona.

Debido al amor de su padre por lo tropical y por el mar, la familia se muda a Cuba en 1830, cuando Facundo tenía 15 años.

Tras una primera etapa donde se asienta en Santiago de Cuba y trabaja en el negocio de su padre como comerciante e importador de vino, Facundo encuentra el amor y se casa en 1843 con Amalia Moreau, otro de los nombres propios de la historia de la marca.

Allá por 1852 comienza a experimentar con procesos de destilación de ron, siempre con la idea de obtener una bebida más suave y ligera a las ofertadas de aquel entonces, de carácter aguardiente. Cuando al fin consigue dar con la tecla decide apostarlo todo y compra una antigua destilería en Santiago, fundando la empresa Bacardí, el 4 de febrero de 1862.

Desde esta puesta en venta de su primer ron, denominado Bacardí Carta Blanca, esta empresa familiar, y tras superar grandes baches y aprovechar buenas oportunidades, no ha parado de crecer, o de volar…

EL MURCIÉLAGO

Ya en los comienzos de esta destilería, Amalia Moreau descubrió murciélagos colgando de sus vigas. Lejos de asustarse, ella pensó desde el primer momento que estas criaturas eran un signo de buena suerte, y es que ver murciélagos durante el día era por aquel entonces señal de buen augurio.

Por dicha razón, Amalia decidió que los murciélagos tenían que convertirse en la mascota de la destilería, en ciernes de protegerse de la desgracia. Además, estos animales voladores, que eran atraídos por el aroma de la melaza, eran capaces de polinizar la caña de azúcar y de comerse los insectos molestos que amenazaban a los cultivos.

Por estas razones, los murciélagos merecían un gran reconocimiento por parte de Bacardí. Sin embargo, y pese a estar ligado desde casi sus comienzos, el emblema del murciélago no fue instaurado hasta 1890, con un diseño muy básico, con el animal negro dentro de un circulo rojo, y sin grandes detalles.

Desde entonces, este símbolo ha ido evolucionando y actualizándose hasta el día de hoy, donde podemos ver un animal más realista y con alas cada vez mas grandes, simbolizando las ganas de seguir creciendo de la empresa, y curiosamente en el último cambio, el murciélago cambia, por primera vez, la dirección de su mirada hacia la derecha, dando a entender de su continua adaptabilidad y renovación.

UNA FAMILIA COMPROMETIDA

Facundo Bacardí y Amalia Moreau tuvieron tres hijos, José, Emilio y Facundo, que continuaron muy activamente con el trabajo familiar. Los dos últimos, además, serán recordados por su papel en la insurrección independentista de 1868, cuando Cuba luchó por ser un país libre y no a las órdenes del imperio español.

El más activo de todos fue, sin duda, Emilio Bacardí, todo un barón del ron de día y un defensor de la libertad de noche, que puso su vida en peligro para ayudar a su país. Como era de esperar, esto ocasionó que la empresa tuviera bastantes problemas con las autoridades españolas.

Fue arrestado, exiliado y dos veces encarcelado por sus ideas y por su negativa a someterse a la ley española, pero fue recompensado por su patriotismo a la vuelta de su exilio, convirtiéndose en el primer alcalde, libremente elegido, de Santiago de Cuba.

LA PROHIBICIÓN: UNA BENDICIÓN

La archiconocida aprobación de la Ley Seca en 1919, dio paso a unos años negros en este sector en los EEUU, donde estaba completamente prohibido tanto la producción como la venta de alcohol. Pero cuando una puerta se cierra, otra se abre.

La familia Bacardí, afincada en Cuba y en pleno apogeo de su marca, no dudó en aprovechar esta situación e invitar a los americanos para disfrutar de unas fiestas legendarias con la mano de su ron.

Pronto Cuba se convirtió en el patio de recreo de Norteamérica, con vuelos muy baratos hacia La Habana, y el ron Bacardí en uno de los reclamos turísticos, lo que hizo que se desarrollase una fidelidad arrolladora hacia esta marca.

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“DESDE CUBA NOS FUIMOS AL EXILIO. FUE DURO: SIN DINERO, SIN FAMILIA, SIN NADA DE NADA. TUVIMOS QUE TRABAJAR MUY, MUY DURO, PERO AL FINAL CONSEGUIMOS SALIR ADELANTE.”

– FRANCISCO CARRERA-JUSTIZ (5ª GENERACIÓN DE LA FAMILIA BACARDÍ)

EXILIO, RESTRUCTURACIÓN Y EXPANSIÓN

Todo era de color de rosas para Bacardí, líder indiscutible en el mercado del ron tanto dentro como fuera de sus fronteras. Pero llegó el año 1960, y el régimen revolucionario de Cuba, con Fidel Castro a la cabeza, a quién en un principio había apoyado la familia Bacardí, conseguía derrocar al entonces dictador Batista.

Lo que no esperaban era que, tras tomar el poder, se confiscaran ilegalmente todos los bienes cubanos, incluida la compañía Bacardí, y sin compensación alguna. Esto les llevó a verse en la necesidad de abandonar el país, y como cuenta la propia familia, tuvieron que huir del país de manera ilegal, como refugiados, en un barco hacia Miami, pasando siete días semana en el mar.

Los Bacardí perdieron su hogar, sus cultivos y su destilería, pero no su marca a nivel internacional. Lejos de rendirse, retomaron la actividad con más fuerza y se expandieron. Establecieron su destilería base en Puerto Rico, la más grande de ron del mundo.

También crearon sedes en Miami, Bahamas y México, y unas oficinas centrales en las Bermudas. Además, aprovecharon para reforzar e invertir más en una segunda destilería que tenían en España, concretamente en Barcelona, desde 1910.

CONSOLIDACIÓN COMO MARCA

Desde su expansión internacional tras el exilio, la marca ha sabido desenvolverse en un mercado muy cambiante y competitivo, siempre manteniendo su corporación familiar y privadade generación en generación.

La compañía ha ido creando, absorbiendo y comprando otras marcas del sector de los destilados, como Martini & Rossi, el vodka Eristoff, el whisky Dewar’s o la ginebra Bombay Sapphire.

Pero si hay un producto por encima del resto es, y como no podía ser de otra manera, el ron. No podemos olvidar que Bacardí, es el ron número uno del mundo. Palabras mayores.

Paradójicamente y pese a cosechar cientos de premios y estar presente en más de 150 países, ni una gota de ron Bacardí se vende donde Facundo Bacardí Massó empezó toda esta historia: Cuba.

Solo el tiempo dirá si ambos vuelven a encontrarse. Y a disfrutarse.

Desde Spirits International, esperamos que te haya gustado esta bonita biografía de todo un líder del sector.

Salud a todos!

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