Que el ron Havana Club es conocido en el mundo entero es algo que todo el mundo sabe, sin embargo, mucha gente desconoce que existen dos versiones y dos multinacionales que se pelean por ser el genuino y principal.
De estas dos versiones, existe una que se vende en Estados Unidos y otra que se vende en el resto del mundo. Pero, ¿por qué existen dos versiones?
Y es que si pides un Havana Club en un bar de Nueva York, y lo haces también en una cantina de La Habana o en un bar de Madrid, comprobarás que ambos rones solo comparten su nombre. Pues tanto desde el sabor hasta la etiqueta, son diferentes.
Las dos versiones que se disputan la originalidad de la marca se producen, una en Estados Unidos, propiedad de Bacardí, y la otra, en Cuba, propiedad de Cuba Export, una alianza entre el gobierno cubano y Pernod Ricard.
Dentro del contexto de esta disputa hay una clara e histórica guerra política entre Estados Unidos y Cuba, que les ha enfrentado durante más de medio siglo.
Desde 1960, cuando Washington impuso el embargo comercial, económico y financiero en contra de Cuba, prohibiendo cualquier tipo de entrada y comercialización de cualquier producto cubano, las relaciones entre ambos países se rompieron.
A pesar de que Cuba si importa productos de EEUU, en dirección contraria las medidas se fueron endureciendo con cada presidente. Y aunque en 2014 se produjo un acercamiento entre Barack Obama y Raúl Castro que supuso un aire de optimismo para el fin del bloqueo, la llegada del nuevo presidente de la Casa Blanca, Donald Trump, volvió a congelar por completo las relaciones.
Pero vamos al quid de la cuestión: dos versiones, dos multinacionales, y una disputa: ¿cuál es el verdadero y lícito Havana Club?
La receta original
Como adelantábamos anteriormente, una de estas dos versiones del Havana Club, se vende únicamente en Estados Unidos. Esta marca es propiedad de Bacardí y se produce en Puerto Rico.
Paola Arechabala, bisnieta del creador original de Havana Club, José Arechabala, un inmigrante español que empezó a producir, entre otros, este reconocido ron, cuenta la historia de su familia. Asegura que una vez asentada la marca, y con la llegada de Fidel Castro al poder en 1959 y su nacionalización de empresas, tuvieron que abandonar Cuba, no como emigrantes, sino como exiliados.
“A mi familia la despojaron de todo lo que tenía. A mis padres los maltrataron y los botaron de Cuba. Les robaron las propiedades, la fábrica de ron, los dejaron en la calle” afirma.
Así fue como la mayor parte de la familia optó por el exilio, algunos tras pasar por la cárcel, a Estados Unidos o España, dejando todo atrás. O casi todo, porque Ramón Arechabala, padre de Paola, trajo con él la receta del ron.
Sin embargo, ellos no podían hacer mucho con ella porque lo perdieron todo y en su nuevo hogar carecían de la capacidad para poner todo en marcha de nuevo. Por lo que dejaron su vinculación con el ron, y se dedicaron a vender automóviles.
En 1994, la familia le vendió “la marca con la receta original” a Bacardí, una compañía con medios para llevar a cabo la producción y también formada por una familia que tuvo que huir de Cuba. “Estas similitudes ayudaron a un completo entendimiento. Había confianza por parte de la familia Arechabala de que cuidaríamos el legado de la marca y la receta” comentaba Roberto Ramírez, director de mercadeo de rones Bacardí y supervisor de Havana Club.
Desde entonces, esta multinacional produce en Puerto Rico el ron Havana Club que se vende en Estados Unidos, y demanda la propiedad de la marca. “La competencia produce un ron con propiedad robada y se está lucrando con ello. Nosotros somos los únicos que tenemos la receta y por eso somos los dueños de la marca” asegura Roberto Ramírez.
Unos argumentan que el ron no es una denominación de origen y que lo importante es la receta original, y otros afirman que es el verdadero espíritu cubano lo que confiere al ron la verdadera identidad.
El lugar de origen
Por su parte, existe otra versión del Havana Club que se vende en el resto del mundo, y que es propiedad de Cuba Export, una alianza comercial entre el gobierno de la isla y Pernod Ricard.
Tras nacionalizar las destilerías de la familia, el gobierno cubano continuó produciendo el ron Havana Club, y en 1993, llegó a un acuerdo comercial con Pernod Ricard para producir y exportar el producto a todo el mundo, a excepción de Estados Unidos claro.
El ron es producido en dos destilerías situadas en la capital isleña, La Habana, desde donde afirman ser los dueños del producto original. “Somos el auténtico y genuino ron cubano Havana Club, ya que elaboramos y destilamos en Cuba y con productos 100% cubanos”, dice Ian Fitzsimons, consejero legal de Pernod Ricard.
En definitiva, unos argumentan que el ron no es una denominación de origen y que lo importante es la receta original, y otros afirman que es el verdadero espíritu cubano lo que confiere al ron la verdadera identidad.
Un debate que, sobre todo en Estados Unidos, parece no tener fin, y que está en actuales disputas legales entre abogados y tribunales, para intentar reconocer quién es el verdadero dueño de Havana Club.
Veremos si algún día esta historia tiene un final. Mientras, desde Spirits International, seguiremos disfrutando del ron Havana Club.
Salud a todos!