Nos encontramos en las Highlands, centro geográfico de Escocia y del whisky mundial, concretamente en la orilla sur del río Tay. Allí se encuentra una destilería sin igual y un monumento al whisky: Aberfeldy.
Cabe destacar que Aberfeldy Distillery es la única destilería de whisky escocés construida por la familia Dewar, concretamente por los hijos de Jonh Dewar: Tommy y Jonh Alexander Dewar.
Hubo una serie de razones detrás de la decisión de construir esta destilería en el corazón de las Highland y en concreto a las afueras de la aldea de Aberfeldy.
La presencia de la excelente fuente de agua natural de The Pitilie Burn (o pequeño río) que ha sido desde el primer día el torrente de agua pura y cristalina del que se alimenta la destilería fue sin duda un gran factor en la decisión.
También hubo excelentes conexiones de transporte debido al tren de la cercana Perth, que permitía llevar combustible y cebada a la destilería, y devolver el producto terminado para mezclarlo y embotellarlo. Esto hizo que el proceso de llevar el whisky al mercado fuera muy eficiente.
Y además, hay una razón sentimental, ya que John Dewar vivió muy cerquita de esta zona de Aberfeldy, en la pequeña aldea de Dull. Por lo que esta construcción por parte de sus hijos fue una especie de regreso a casa.
Todas estas razones, llevaron a los Dewar a elegir tal emblemático lugar para la destilería Aberfeldy. Sin embargo, poca gente sabe que esta no fue la primera de la marca. Peter McIntosh y John McDonald estuvieron involucrados con otra destilería Aberfeldy, pero que solo funcionó entre 1830 y 1849.
Sin embargo, la destilería de la que hoy hablamos sí ha sobrevivido y ha continuado operando hasta nuestros días. Y eso que no todo ha sido un camino de rosas, ya que, debido a la Primera Guerra Mundial, tuvo que cerrar en 1917, ya que el gobierno británico prefirió guardar esas reservas de grano para una posible necesidad.
Tras un segundo parón durante la Segunda Guerra Mundial, la destilería volvió a reanudarse, siendo reconstruida y remodelada. Sin embargo, hay algo que nunca ha cambiado, y es esa icónica pagoda de su horno que le hace tan inconfundible, y donde se malteó hasta 1972.
Pese a que ya no se maltea ahí, la destilería sigue produciendo con métodos tradicionales. Como dice su malts manager Stephen Marshall “todo lo que hacemos aquí es auténtico“. Y lo dice un hombre que sabe muy bien lo qué es auténtico: un melómano empedernido que vive en un castillo, rodeado de una colección de maltas y vinilos.
Para Stephen en Aberfeldy hay cuatro pilares básicos: su cereal malteado, su agua, sus alambiques y sus barricas de madera de roble.
La mente es como un paracaídas, sólo funciona cuando se abre.
– Tommy Dewar
El agua se mezcla con el grano, una vez molido, para elaborar unas gachas que fermentan dentro de enormes tanques. El producto obtenido es destilado en los alambiques de cobre hasta alcanzar un 40% de volumen alcohólico y, por último, reposa en barricas de roble.
Desde 1890, en Aberfeldy se practica un curioso proceso: el doble envejecimiento. Después de un primer reposo en barricas, que puede durar años, los whiskys se mezclan entre sí, algo normal en estos procesos. Sin embargo, tras este paso, en lugar de embotellarse para su venta, estos blends descansan otros seis meses más de nuevo en barricas.
En cuanto a la propiedad de la destilería, hay que aclarar que en 1925 se vendió a Distillers Company Limited (DCL), que luego dirigió el negocio. DCL cerró el malteado en la destilería en 1972 y aumentó el número de alambiques de dos a cuatro. Al hacer esto, aumentaron la capacidad de producción y redujeron sus costos obteniendo la cebada de las grandes plantas malteadoras.
Ya en 1998, la destilería cambió nuevamente de dueño, y terminó finalmente y hasta nuestro días a mandos de Bacardí.
A día de hoy, Aberfeldy Distillery ofrece distintos tours y experiencias interactivas para los visitantes. Desde un Tour General con cata, una experiencia en distintas degustaciones de cask y barriles muy antiguos, ofertas para los amantes del chocolate, o incluso la posibilidad de crear tu propia mezcla para llevar a casa.
Desde Spirit International somos unos grandes admiradores de Aberfeldy, de su historia y, por supuesto, de su whisky, uno de los más premiados de la historia.
Salud a todos!