La ciencia no deja de avanzar y de conseguir nuevos avances. El último descubrimiento influye a dos sectores a priori muy diferentes: el whisky y el motor.
Sí. Por raro que parezca o pueda sonar, los científicos han trabajando para crear un biocombustible de whisky que perfectamente podría sustituir al diésel.
Con vistas a futuro más sostenible, la búsqueda de combustibles ecológicos alternativos a la gasolina y el diésel se hace cada vez más intensa, con unos resultados en ocasiones muy sorprendentes.
Biobutanol
Uno de los logros más llamativos es conocido como biobutanol, un biocombustible obtenido exclusivamente de materias primas naturales. Es producido a partir de la fermentación de diferentes biomasas (de caña de azucar, maíz, trigo…).
Entre sus características, el biobutanol es un buen biocarburante de automoción, debido a su alta densidad energética, su octonaje, su volatilidad y sus bajos niveles de impurezas. Comparándolo con el etanol, tiene una menor capacidad corrosiva, un mayor contenido energético y es más fácil mezclar con gasolina convencional.
En relación a esto, investigadores de la Napier University de Edimburgo, llevan desde 2012 trabajando para conseguir biobutanol a partir de la reutilización de residuos derivados de la fabricación del whisky.
La elaboración de estos residuos (¡que a nadie se le ocurra echar whisky directamente al depósito!) ha resultado ser un combustible válido para sustituir a la gasolina o el diesel. Pruebas a bordo de un Ford Focus han demostrado su total eficacia, siendo la primera vez que un coche es conducido gracias a un biocombustible de whisky.
Este producto se elabora con los restos obtenidos tras la destilación del whisky y desechos de los granos de cebada. Estos últimos, una vez son dejados en remojo a altas temperaturas, permiten la extracción de su alto nivel de azúcares.
Sabiendo que en Escocia, cada año se producen cerca de 750.000 toneladas de desechos en la industria del whisky de malta, algunas destilerías ya trabajan en aprovechar esta gran cantidad de residuos.
La destilería Tullibardine, productora independiente de whisky de malta en Blackford, Pertshire (Reino Unido), ha sido una de las pioneras en la reutilización de sus deshechos, firmando un memorando de entendimiento con Celtic Renewables Ltd, empresa tecnológica especializada, que pretende convertir, todos estos deshechos, en millones de litros de biocombustible de whisky.
No obstante, aunque su potencial es muy bueno, y su uso reducirá las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo de petróleo, hoy por hoy resulta un producto caro en comparación con los combustibles fósiles. Sin embargo, confiamos en que este aspecto se mejorará con el tiempo.
Salud para todos.